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¿Aplicas bien los indicadores de procesos?

Hoy voy a contarte un secreto que usamos en Guía de la Calidad. A veces, creemos que por el hecho de medir algo y apuntarlo, estamos trabajando ya en indicadores. Y que éstos se ponen al final para ver cómo ha ido todo. Pues bien, hoy te voy a desmontar algunas ideas para que tus indicadores de procesos sean realmente útiles. Ah, no salimos todavía de la cocina, así que saca tu libro de recetas 😉

Sopa en su punto

¿Recuerdas cómo Remy cocinaba un ratatouille excelente y, al final, la SALIDA confirmaba que el proceso era correcto con la reacción del comensal? Era un claro indicador de excelencia. Sin embargo, es una forma de evaluar que no permite rectificaciones: o le gusta o no le gusta. Y nada puede hacerse para enmendar el error en caso de desastre. Aunque es necesario que tengas un indicador como este en algunos de los procesos, hay un pequeño truco que te ayudará a cocinar y rectificar sobre la marcha. Y evitar así una crítica culinaria terrible.

Fíjate en cómo Remy usa su olfato en algunos momentos en que añade ingredientes clave a la sopa.

Está usando la técnica de evaluación de los puntos de control, la parte más ínfima que podemos medir de un proceso.

Indicadores de procesos versus puntos de control

Recapitulemos. Para que un proceso sea una realidad, hay que realizar una serie de ACTIVIDADES. A estas actividades se les puede añadir un indicador. Y algunas de estas actividades son los llamados puntos de control, las piezas clave (o el olfato de Remy) para saber que el proceso se cocina a fuego lento y sin quemarse. Por lo tanto, a la hora de evaluar un proceso puedes llegar a diferenciar entre:

  1. Indicadores de procesos: nos cuentan qué tal ha ido el proceso, y normalmente nos lo da el cliente cuando entregamos la salida (acuérdate de la receta de la semana pasada).
  2. Indicadores en actividades del proceso: son las mediciones que realizamos de las actividades del proceso. Atento a ellas, porque te darán una información muy valiosa para saber en qué momento de la confección del proceso se está fallando y cómo rectificar. En la sopa de Remy, las veces que se ha pasado de sal o se le ha quedado sosa, es un indicador de actividad del proceso. El hecho de que no esté en su punto de sal, no arruina la sopa. Pero puede hacerla mejor o peor.
  3. Puntos de control: se aplican indicadores a actividades que son puntos clave del proceso. Es decir, a aquellas actividades que, si salen mal, arruinan todo el proceso.

Ten en cuenta que  no todas las actividades han de tener indicadores, sino que dependerá del nivel de profundidad al que llega el desarrollo del proceso (no mediremos cada vez que ponemos la olla al fuego, por ejemplo).

Seguramente pasaremos un par de semanas más en la cocina. Te espero en el próximo post 😉

¿Ya tienes tu plantilla para cocinar procesos? Escríbeme un comentario y te la mando 😉

3 comentarios en “¿Aplicas bien los indicadores de procesos?”

  1. Un proceso es un conjunto de actividades que AÑADEN VALOR. Si no se da esta condición, lo que hacemos es MAREAR LA PERDIZ,

    1. Hola Julio, en algunos casos, como los procesos de soporte, no se crea específicamente valor. Sin embargo, son esenciales para que la organización funcione como es debido. Aunque, efectivamente, los procesos operativos han de añadir valor forzosamente. Que para eso están. 🙂

  2. Daniel Alejandro

    Interesante el post ya que es fundamental estar seguro de estar haciendo las cosas bien y no dejarlo a último momento con el riesgo de lo irreparable (como el ejemplo de la cocina).

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