Que levante la mano quien tenga un buen plan para desarrollar la estrategia de su organización. Y ahora quien haya hecho un análisis previo para saber qué estrategia se adaptará mejor a sus circunstancias. ¿Has bajado la mano en la segunda pregunta? No te preocupes. Porque hoy te voy a mostrar algunos trucos para hacer un análisis que te lleve por el camino correcto. Y para que tu sistema de gestión funcione a pleno rendimiento.
Análisis de la información
En esta primera fase, quiero que te conviertas en un buen detective. El personaje de Sherlock Holmes puede ser una buena referencia. Aunque la secuencia lógica que le llevaba a resolver sus casos siempre se explica al final, durante todo el relato, Arthur Conan Doyle nos dejó las suficientes pistas para llegar a la misma conculsión que su personaje. Pero ¿alguna vez has resuelto uno de sus famosos casos? La clave, en todos ellos, comienza por la analítica observación de Sherlock Holmes de todos los detalles. Bien, pues ya puedes ir a por tu pipa y tu lupa, porque hoy te conviertes tú en detective.
Toda la información relativa a tu organización que se pueda medir, evaluar y comparar, es necesaria para plantear una buena estrategia. Un histórico financiero, auditorías externas, correos de clientes en los que se proponen mejoras o se lanzan quejas, rankings de “la mejor empresa en…”, incluso una postal de Navidad en la que te han agradecido el trato tan cercano recibido por tu parte o alguien de tu empresa. Todos esos datos te van a dar una muy buena idea de dónde estás, de dónde vienes y de cómo te ven los demás. Son tus Fuentes de Información Relevantes.
Las Fuentes de Información Relevantes o FIR te ayudarán a plantear las cuestiones más importantes en el DAFO. Por ello, recopila, ordena y clasifica tus FIR, para que puedas ampliarlas y recurrir a ellas siempre que sea necesario. Lo agradecerás.
Busca tus problemas (si, los tienes)
La empresa más competente está llena de problemas. Cuesta creerlo, ¿verdad? Podríamos pensar que una corporación como Apple, que en 2017 ganó 8.717 millones de dólares, no ha de preocuparse por muchas cuestiones…pero un paso en falso como éste, puede llevarles a perder millones de clientes.
Así que más te vale ser sincero y plantear un buen árbol de problemas del que puedas sacar algunas conclusiones válidas antes de plantear la estrategia. Llega hasta la raíz del asunto y plantea algunas posibles soluciones. Podrás aplicarlas más adelante y alinearlas con la estrategia.
No escribas ensayos científicos si tu público no supera el metro y medio
Te han encargado dar una charla sobre física cuántica para una clase de primero de primaria. Y desde tu posición de físico teórico, te resulta complicado explicar tus conocimientos a un público tan exigente. Pero sabes que no puedes hablarles como si estuvieras en la universidad, ¿cierto?
Entonces, ¿por qué tropezamos con la piedra de no saber a quién nos dirigimos en una organización? No pienses solo en tus clientes. O en tus colaboradores. Sino en todos aquellos grupos de interés que son necesarios para desarrollar tu actividad. Aliados, proveedores, competencia, incluso. Analiza sus motivaciones, sus deseos y sus medios. Sus necesidades y expectativas. No te pongas a vender biquinis en el Polo Norte. No creo que a las poblaciones esquimales les haga mucha falta.
…y la semana que viene, la segunda entrega de Cómo plantear el análisis de una estrategia ganadora 😉
Avísame cuando esté disponible el próximo post.